Tres ejercicios eficientes para flexibilizar la columna (02-Febrero-2019)
La mejor manera a flexibilizar la columna, es cuando los músculos y los tejidos de la espalda están lo más relajados posible. Así la posición más adecuada sería tumbada en el suelo con las piernas dobladas, y con los pies en el suelo. Esta posición la llamamos la Posición de Descanso.
Debido a la propia orientación de las articulaciones pequeñas de la columna, sólo existen tres direcciones de movimiento en las que pueden moverse: flexión-extensión, flexión lateral y rotación. En un lenguaje menos técnico vendrían a ser: doblarse hacia delante y detrás, hacia los lados y la torsión.
Los movimientos no tienen porque ser grandes para movilizar la columna, pero sí precisos y conscientes.
Para movilizar toda la columna, podríamos también mover sus extremidades: el coxis (la base de la columna) y la cabeza (la extremidad del otro lado).
El primer ejercicio: en la Posición de Descanso balanceamos la pelvis hacia abajo (hacia los pies) y arriba (hacia la cabeza) hasta que el movimiento llega a la cabeza. Mientras hago el movimiento puedo observar … ¿hago el movimiento de manera relajada? … ¿puedo hacerlo sin usar los abdominales? … ¿cómo es el amplitud del movimiento en mi pelvis? … ¿hay alguna molestia mientras hago este movimiento? … ¿toda la longitud de la columna se mueve? … ¿llega el movimiento a la nuca y a la cabeza?
El segundo ejercicio: en la Posición de Descanso imaginamos que la columna se alarga como una cola larga hacia abajo y la llevamos a la derecha y a la izquierda. Mientras, dejamos que el movimiento llega hasta la cabeza y observamos … ¿hasta dónde llega el movimiento? ... ¿el movimiento se para en la costillas? ... ¿el movimiento llega hasta la cabeza y la columna mueve formando una letra C?
El tercero ejercicio: en la Posición de Descanso balanceamos las rodillas a la derecha y la izquierda hasta que la pelvis hace unas pequeñas balanceas a la derecha - izquierda y hasta que la cabeza balancea al lado opuesta que las rodillas y la pelvis. Observamos: ¿permitimos que el movimiento de la pelvis llega a la cabeza? … ¿dónde se para el movimiento?
Estos movimientos hidratan los articulaciones de las vértebras y relajan la espalda. Por eso son movimientos muy beneficiosos para todas las personas y en especial para aquéllas que tienen dolor de espalda.
