Para evitar y curar el osteoporosis mucha gente toma suplementos de calcio y vitamina D pensando que ayudan a sus huesos. La verdad es que sin la vitamina K2 este régimen puede llegar a ser peligroso.
La vitamina D sirve para absorber el calcio, mientras que la vitamina K2 dirige el calcio absorbido a los huesos. Si la persona no toma vitamina K2, el calcio se deposita en los arterias y en los órganos blandos, causando arteriosclerosis y piedras en los riñones por ejemplo. El resultado es una combinación de arteriosclerosis y osteoporosis, lo que se conoce como la Paradoja del Calcio (“Calcium Paradox”).
La vitamina K2 tiene muchos beneficios para la salud: fortalece los dientes, previene enfermedades del corazón, el cáncer del hígado, el cáncer de próstata, diabetes, arrugas y muchas otras enfermedades.
Los productos lácteos como los quesos y la mantequilla son muy ricos en vitamina K2 pero sólo si la vaca comía pasto. Las verduras fermentadas, como el natto y el chucrut también son una fuente rica en vitamina K2.
Los fuentes de vitamina D son: la luz solar, el aceite del hígado de bacalao, las sardinas, el salmón y la caballa. El yogur, el kéfir, el kale, los quesos, las sardinas (con espinas), el brócoli y las almendras son ricas en calcio.